martes, 12 de junio de 2012

La roja me la trae floja

En principio ver un partido de fútbol no tendría porque ser diferente a ver una película de Hollywood, leer un best seller o  jugar a un vídeo juego. Un entretenimiento como otro cualquiera, en la vida hay tiempo para todo,  todos tenemos nuestros hobbies, y en esta sociedad del espectáculo en la que vivimos nuestros hobbies muchas veces convierten a algunos en millonarios, puede ser tanto a Cristiano Ronaldo, como a Tom Hanks o Stephen King, el reparto de la riqueza en el mundo es obsceno y criminal, pero tampoco es cuestión de cargar las tintas solo con el fútbol que está tan podrido como el resto de industrias.

 No es la afición por el fútbol pues lo que quiero criticar aquí, es la utilización política que se hace de la selección española por parte del poder y de los medios de comunicación. Por un lado está el hecho de que cuando hay mundial o eurocopa no ocurre nada más en el mundo: ni hay huelga en Asturias, ni encierros en los centros educativos, ni nos están arrebatando todo lo que es nuestro por medio de crisis, rescates, recortes, reformas, y todas las palabras que quieran inventar para llamar a lo que siempre se ha llamado robo, ni mucho menos muere gente en las guerras o de hambre. Utilizan el fútbol pues para tapar lo que no quieren que se vea. No solo está el balompié, también tenemos a ese que conduce bólidos y con la escusa de animarlo se abren los micros de la televisión española a los insultos racistas, o a Ken Manacor que acaba de ganar a un serbio que por supuesto es mucho más antipático, feo y tonto que él, porque no ha tenido la suerte de nacer ¡¡¡español, español, español!!!

Lo que es bueno para ellos, no puede serlo para nosotros.

Otra forma en la que utilizan el fútbol es para lavar cerebros e identificar a las masas con sus colores y sus simbolos, lo hacen de la manera más burda y pueril, como en ese capitulo de los Simpson en el que convierten a todo Springfield en adeptos a una secta con estúpidas consignas como: "¡nanananananaaaaaaaaa líder!" Pero no por simple la estrategia deja de ser efectiva y los españolitos, incluidos los más fácilmente manipulables que son los niños, entran en una especie de trace patriótico, tras escuchar ese mantra que dice: "la roja, la nuestra", "la de todos los españoles", "el equipo de todos", la de todos", "todos","todos"... Negando por repetición cualquier posibilidad de discusión, cuando todos los canales dicen lo mismo tiene que ser verdad, así que aunque tu prefieras ser vasco, catalán o manchego, aunque no te sientas identificado con ningún país o bandera, o simplemente te la pele el deporte rey, la selección es tu equipo porque es el de todos y punto  ¡Pues el mio no, ostia! Mi equipo son los transportistas y mineros en lucha, los chavales encerrados en los institutos, los que permanecen presos tras la ultima huelga general... esos si que se la están jugando por el futuro y los derechos de todos, y no por trescientos mil euros de prima libres de impuestos, más lo que tengan de sueldo.

El otro día dijo el presidente que tenía que ganar la selección, porque los españoles necesitan una alegría. Para mi una alegría sería que se estrellase su avión, pero de verdad no como aquella vez con el helicóptero, que eso no fue un accidente aéreo ni fue na. Que gane la selección  y una horda roji-gualda tome las calles bandera en mano, con la que está cayendo más que una alegría lo que me da es miedo, o como poco repelús.


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